“Necesitamos coraje, para apostar por la paz y no por la inevitabilidad de la guerra”.
(Publicado de: Agencia Fides. 13 de diciembre de 2022)
Roma (Agencia Fides) – Ante la guerra en Ucrania, “no podemos dejar de preguntarnos si estamos haciendo todo lo posible para poner fin a esta tragedia”, dijo el Cardenal Pietro Parolin, Secretario de Estado del Vaticano, en un acto en la Embajada de Italia ante la Santa Sede este 13 de diciembre. El cardenal subrayó que “la guerra en sí misma es un error y una abominación”, repitiendo el llamado del Papa Francisco a “utilizar todos los instrumentos diplomáticos, incluidos los que no se han utilizado hasta la fecha, para lograr un alto el fuego y alcanzar una paz justa”.
El cardenal secretario de Estado agregó: “En las últimas semanas hemos visto un rayo de esperanza para una posible reanudación de las negociaciones, pero también bloqueos y la escalada de bombardeos” y “es aterrador que hayamos vuelto a hablar sobre el uso de los dispositivos nucleares y la guerra atómica como posible eventualidad. Es preocupante que en varios países del mundo se haya acelerado la carrera hacia el rearme, gastándose ingentes sumas en combatir el hambre, crear empleos y garantizar la atención médica adecuada para millones de personas”.
“No podemos imaginar el futuro basándonos en viejos patrones, viejas alianzas militares o colonización ideológica y económica. Debemos imaginar y construir un nuevo concepto de paz y solidaridad internacional”.
Refiriéndose al tema del evento, el Cardenal Parolin pidió “revivir el espíritu de Helsinki y trabajar creativamente” y pidió “nuevas herramientas” para abordar no solo la guerra en Ucrania sino también las muchas guerras olvidadas. “No podemos imaginar el futuro basándonos en viejos patrones, viejas alianzas militares o colonización ideológica y económica. Debemos vislumbrar y construir un nuevo concepto de paz y solidaridad internacional”. “Necesitamos coraje, para apostar por la paz y no por la inevitabilidad de la guerra”.
“¿Por qué no volver atrás y releer el resultado de la conferencia de Helsinki para tomar algunos de sus frutos y ponerlos sobre la mesa en una nueva forma? ¿Por qué no trabajar juntos para tener una nueva gran conferencia de paz europea?” preguntó el cardenal y deseó “una participación organizada y preparada más fuerte de la sociedad civil europea, los movimientos por la paz, los think tanks y las organizaciones que trabajan en todos los niveles para la educación para la paz y el diálogo”.
Necesitamos “una participación organizada y preparada más sólida de la sociedad civil europea, los movimientos por la paz, los grupos de expertos y las organizaciones que trabajan en todos los niveles para educación para la paz y el diálogo.”
La Conferencia sobre Seguridad y Cooperación en Europa (CSCE) se convocó por primera vez el 3 de julio de 1973 en Helsinki y se puso en marcha en plena Guerra Fría para retomar el diálogo Este-Oeste: representantes de todos los países europeos ( con la excepción de Albania) y enviados de los Estados Unidos y la Unión Soviética asistieron a la conferencia.
El cardenal Parolin recuerda en particular que “por primera vez desde el Congreso de Viena (1814-15), la Santa Sede participó en una conferencia internacional y abogó por el diálogo, la comprensión mutua, la paz y la justicia internacional”. El 1 de agosto de 1975, los jefes de Estado y de Gobierno de los 35 países participantes en la conferencia se reunieron nuevamente en Helsinki para firmar el Acta Final de la CSCE: Estos acuerdos o “Memorandos de Entendimiento” reconocían, entre otras cosas, las fronteras existentes entre las Estados europeos, incluida la frontera que entonces dividía a Alemania en dos entidades políticas separadas y soberanas, y a cambio del reconocimiento implícito de la supremacía soviética en Europa del Este, la URSS se comprometió a respetar los derechos humanos. (LM) (Agencia Fides, 13/12/2022)