Introducción del editor
Profesor afgano encarcelado después de protestar contra las restricciones a las mujeres
(Publicado de: Observador de derechos humanos. 6 de febrero de 2022)
Por Sahar Fetrat
El 2 de febrero se cumplieron 500 días desde que los talibanes prohibieron la educación secundaria a las niñas afganas. Ese día, los talibanes también arrestaron al profesor universitario Ismail Mashal, uno de los pocos hombres que protestaron con valentía contra los talibanes. prohibición reciente sobre la educación universitaria de las mujeres.
En solidaridad con sus estudiantes y miles de mujeres y niñas a las que se les impide ejercer sus derechos básicos, Mashal, de 37 años, rompió sus títulos académicos en la televisión en vivo. Mashal dijo: “Si mi hermana y mi madre no pueden estudiar, entonces no acepto esta educación”. Luego apagó el Universidad privada se las arregló para decir: “La educación o se ofrece a todos, o no se ofrece a nadie”. Unas semanas más tarde, construyó un carro de madera y viajó por Kabul, repartiendo libros gratis al público. Aparentemente fue este acto pacífico por el cual fue detenido el jueves pasado.
El sentido de la justicia, la solidaridad y la disidencia de Mashal proporcionó un rayo de esperanza en un país donde las protestas pacíficas a menudo son defendidas únicamente por mujeres. Desde que los talibanes se apoderaron de Afganistán en agosto de 2021, las protestas públicas en las que participaron hombres afganos que defienden los derechos de las mujeres han sido poco frecuentes. Es un paso vital hacia la comprensión de que toda opresión está interconectada y que la misoginia de los talibanes es, en última instancia, dañina para todos.
Informes de los medios indican que los talibanes han acusado a Mashal de “acciones de provocación” y de crear un “caos” que perjudica su gobierno. Para ellos, cualquier forma de protesta pacífica parecería una “acción de provocación”.
Desde que tomaron el poder, los talibanes no han dejado de mujeres manifestantes silenciadas quienes corearon pacíficamente “pan, trabajo, libertad” para todos los ciudadanos de Afganistán. El arresto de Mashal muestra que la falta de voluntad de los talibanes para tolerar la disidencia no se limita a las mujeres, sino que se extiende a cualquiera que sueñe con un Afganistán más igualitario y que respete los derechos.
Los talibanes deben liberar de inmediato a Ismail Mashal, retirar los cargos en su contra y poner fin a su campaña de represión contra la participación de mujeres y niñas en la vida pública.