
El éxito de los estudios sobre la paz después de los conflictos depende de la enseñanza de los profesores.
En los últimos años, se ha convertido en una práctica común en los países que salen de un conflicto introducir cursos de educación para la paz o de derechos humanos en los planes de estudios escolares. Lamentablemente, los profesores en situaciones posteriores a un conflicto pueden tener profundas cicatrices y prejuicios psicológicos. A menos que se les brinde el apoyo necesario para abordar estos problemas, es poco probable que sean efectivos en la implementación de un curso de educación para la paz. [sigue leyendo…]